Concepto de naturaleza

Esta palabra tiene dos acepciones y de hecho, unas veces se encuentra escrita con mayúscula y otras con minúscula. La primera tiene que ver con los seres distintos al humano, la segunda precisamente con la esencia de las cosas. Aristóteles marcó esa diferencia llamando Física al aspecto formal y Metafísica al inmaterial lo que deja más claro que el concepto Naturaleza hace referencia al SER, al menos en su aspecto manifestado. Es también lo que desde un punto de vista religioso se ha llamado siempre “la Creación”.

En Tottori Trip vamos a tratar el aspecto formal, la Física, el mundo de la expresión del SER en su aspecto más silvestre, esa manifestación de la belleza espontánea que aparece a nuestro alrededor y de la que el humano parece querer huir, al menos desde el Neolítico, como si de algo que le es ajeno se tratase.

La relación entre el Humano y el resto de los seres resulta cuando poco contradictoria. Habiendo aprendido durante el Paleolítico que dependía estrechamente de ella, el Neolítico es entendido como una liberación, un despegue que le facilitó su sometimiento cómodo desde las idas y venidas que podía hacer al otro lado de la tapia con la que aislaba su residencia como límite protector y marcador de la diferencia.

El tránsito entre ambas, lo salvaje y lo doméstico quedó establecido desde entonces con un tramo de medio sometido al que se le llamó vergel, huerto o jardín. Este pequeño espacio es el principal testigo de cargo que delata el vínculo raíz entre el Hombre y su medio. El otro, siempre ha sido el ejercicio de la caza, practicado ya como esparcimiento y no como una necesidad de supervivencia.

Este afán de alejamiento quedó marcado de forma drástica y posiblemente irreversible a partir de la Revolución Industrial. El descubrimiento de las energías fósiles supuso un shock explosivo con el que se ha posibilitado el abuso sobre el resto de la Naturaleza. De aquel precepto bíblico “dominad la naturaleza y sometedla” se ha pasado al comportamiento de tintes genocidas donde no se ha detenido la extinción de especies en algunos momentos de la Historia. Pese a ello, la percepción de la unión radicular con la esencia del SER nos lleva de vuelta a un punto de inicio y a buscar la proximidad de lo salvaje. De ahí las tendencias al turismo de naturaleza, a la agricultura ecológica y a las prácticas sostenibles que garanticen la persistencia de este mundo. Porque de vez en cuando llegamos a comprender que La Naturaleza no necesita al Hombre, pero el Hombre si necesita a la Naturaleza.